¿Notaste que en un mismo día te elegí para dormirme y me elegiste para despertarte?Anoche parecía que estábamos en una matriz, sin tiempo, ni espacio, donde una red de finos hilos comienza a vislumbrarse. Aún todo es oscuro, más mi mente se ilumina; y crece; y te acerca. Casi anochece y aún estás. Bendito el Ser que te puso en mi camino, que te dio el rayo azul para conquistar, para persistir, para atreverte. Tus besos revolotean en mi cuarto; no les he dado permiso para posarse. Vigilan, como ágiles guerreros esperan la orden para actuar. Cuando entro al cuarto me guiñan un ojo, les ha gustado mi sacralidad.
Hay un ingrediente extraño del que no me hablaste, un calor profundo que no se ve.Estoy esperando a que despiertes, no sé para qué, solo a que despiertes, para confirmar mi historia, la tuya, nuestra.Ando flotando/vagando dentro de mí misma, para no remover los resortes de anoche, aunque a veces es inevitable.¡ERES MÁGICO, MUCHACHO! Sabes decir la palabra correcta, en el momento exacto, justo a mi medida.Me quedé extasiada anoche en tus brazos, sumergida en tu océano, me gusta nadar contigo.Me gusta que tu caravana me atraviese lenta, cuidadosa, constante; y además, vas ligero de equipaje. El viento sopla dulce sobre mí, me envuelve, me acaricia, y te recibo sin ambages, sin retórica. El tiempo no me pasa, estoy detenida en el momento.