Este pensamiento llego como una certeza, a orillas del Río San Juan. La serenidad del agua me reconecta conmigo, con el universo, y en esa tranquilidad veo todo más fácil, más claro.
Es casi profetico y el hecho de escribir estos días son el reconocimiento a esa fe.
Cuando mire hacia atrás me sorprenderé o no; te sorprenderás, seguro.